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Reportaje aparecido en Revista Atrévete Nº46, año 2000.

TESTIMONIO

LISA PERINI
El Color del Silencio

Toda una revelación ha resultado esta pintora italiana de 27 años. Ella es autista y artista, de verdad, con una sensibilidad que no conoce fronteras.

Su amistad con Maricarmen Aguilera ha sido enriquecedora para ambas. Ahora quiere conocer la Patagonia chilena.

La tela blanca se transforma con sus pinceladas: primero rojo, luego otro rojo, y otro. El resultado no es monótono, sino intenso; una verdadera obra de arte basada en su color favorito. ¿Será el color del silencio? La pregunta surge mientras Maricarmen Aguilera, directora del Centro Leo Kanner, muestra el trabajo de su amiga Lisa Perini, una joven italiana que presenta autismo de Kanner.

Ellas se conocieron en 1997, durante un encuentro sobre autismo en Burgos, España. "Yo pude apreciar sus pinturas y a la vez mostrarle las pinturas de los niños del Centro Leo Kanner. Ese fue el primer contacto, en que nos comunicamos de una manera no verbal, porque ella habla poco y yo no hablo italiano", recuerda Maricarmen. Así nació una relación que se mantiene hasta hoy.

El esfuerzo familiar

La joven artista nació en Treviso, en la zona norte de Italia, en 1973. Se diplomó en el Instituto de Arte de Vittorio Veneto y asiste con brillantes resultados a la Academia de Bellas Artes de Venecia. Para cursar sus estudios siempre ha contado con profesores de apoyo. A la Academia de Bellas Artes va junto a una ex compañera del Instituto de Arte, diploma en la Academia de Venecia. Hasta ahora, ha presentado sus obras en Hungría, Portugal, Alemania, Suiza y España.

Pero llegar a esta etapa de su vida no fue fácil para Lisa ni para sus padres. Con ocasión de haber obtenido el primer lugar en la exposición de Burgos, su madre le escribió una emotiva carta de la cual extraemos unos párrafos:

Lisa Perini ha llegado lejos. Su talento y el apoyo incondicional de sus padres la ayudaron a realizar su sueño de pintar.

Tú conoces tu historia. Sabes que, cuando niña, no querías hablar y después lo hiciste usando la segunda persona. Para pedirme cualquier cosa utilizabas mi mano y gritabas, aullabas siempre. Te aislabas y podías quedarte durante horas columpiando cadenitas y colgantes centellantes…

Fue un recorrido largo, doloroso, durante el cual saliste de la Escuela elemental hacia una Escuela media inadecuada. Y luego, ¿qué hacer? No teníamos mucho que elegir (…)

Un día, en la montaña, me entregas un dibujo que me deja estupefacta: allá adentro se encuentra todo el mundo que te rodea y que estás viviendo: el interior y el exterior; en los símbolos, en la forma, en el color, en la armonía. Y en tus dibujos se revela toda la poesía y la magia de tu espíritu contemplativo. Guardo todos tus dibujos (y tus diarios con sus pensamientos mágicos); desde cuando niña eran bellísimos y extraños. Son la historia de tu crecimiento…

Una mañana radiante mientras te acompañaba a la escuela… me susurraste (tú, que no sabes susurrar): Mamá… mamá… Tengo que preguntarte una cosa… Mas tú no tienes que enfadarte… Te alenté a continuar con una leve presión de mi mano sobre tu brazo. Si hubieses sabido que yo nacería autista, ¿habrías abortado? No había ansia, sino armonía, complicidad, ternura. Gracias Lisa, gracias por esa pregunta, la respuesta ya la conoces, mas estoy feliz por la ocasión que tú me das para decírtelo. Cierto que no; yo soy la madre más afortunada del mundo".

El rojo es el color que domina en todas sus obras. Este cuadro fue empleado para una publicidad de los relojes Swatch

Soñando con volar

Ahora Lisa tiene su propio taller y su padre le instaló una galería en una parte de la casa de Treviso. Pero ella no se detiene. Sigue soñando. Quiere viajar sin la compañía de sus padres y aprender a hacerlo sin gastar demasiado dinero. Este año posiblemente cumpla una de sus metas: conocer la Patagonia y otros lugares de Sudamérica. Para eso cuenta con su amiga Maricarmen, quien la apoya en todos sus proyectos. "Cuando la conocí, sus padres me preguntaban si era aconsejable que fuera a la escuela en Treviso. Les respondí que sí, porque Lisa es una artista. Además, ella puede hacer muchas cosas. Ella se siente independiente y, en realidad, lo es".

Sólo queda esperar que Lisa venga, que comparta con nosotros su arte y su sensibilidad.

(Marcela Torres-Periodista)